La sábila

La sábila o áloe vera es una de esas pocas plantas milagrosas que parece que fueron creadas especialmente para el humano. Desde el exterior, el áloe parece un peculiar híbrido entre una planta y un cactus, pero en el interior, encontraremos un montón de jugosos beneficios saludables.  

Después de un largo día en la playa, mi espalda estaba un poco (muy) quemada, por lo que mi madre insistió en probar una opción más natural que las famosas cremas para quemaduras. Fue una verdadera suerte que le haya hecho caso, el áloe enfrió mi piel y alivio el dolor de forma casi instantánea.

Hasta el día de hoy sigo usando el áloe para tratar quemaduras solares. Pero de grande, al adentrarme en el mundo nutricional, me di cuenta que el áloe podía llegar a tener muchos más usos para nuestro cuerpo.

Debido a estos poderes para luchar contra gérmenes, la sábila funciona como un excelente desinfectante de manos. Basta con aplicar la sábila por vía tópica en las manos y tendrás un protector contra todas las amenazas invisibles. Este gel natural también funciona muy bien para lavar frutas y verduras.

El primer estudio comprobó que, al aplicar sábila de forma tópica u oral, se reducía el riesgo de cáncer de piel en ratones. Sin embargo, el otro estudio encontró que el uso de sábila podría aumentar las tasas de cáncer de piel en ratones hembra. Con este tipo de estudios todavía es muy pronto para sacar conclusiones favorables, pero, por otro lado, se cree que el uso de sábila podría ayudar a quienes realizan quimioterapia.

Según un estudio llevado a cabo en 44 pacientes con insuficiencia renal moderada (colitis ulcerosa). Una parte de los participantes recibió un gel a base de sábila mientras que la otra porción, recibió un placebo. Ambos grupos mantuvieron el tratamiento durante 4 semanas.

El estudio concluyo en que, “los pacientes que consumieron el gel de sábila experimentaron una notable mejoría, y en algunos casos, una remisión de la ulcera.